Sin importar que seas tú quien compra las cosas de la despensa en casa, o que lo hagas en pareja o que lo haga tu mamá, existen formas de ahorrarse unos pesos cada viaje que hagamos al supermercado. A continuación les compartimos algunos consejos:
- Usa una app en tu teléfono para hacer una lista de compras. En lo particular recomiendo Out of Milk, está disponible para distintos dispositivos Android y iOS y también cuenta con una versión web. Es fácil crear distintas listas, marcar lo que ya compramos y desmarcar lo que necesitamos volver comprar. En la versión web incluso puedes asignar un precio promedio por cada producto y así comparar con lo que pagas en distintos supermercados o tiendas de autoservicio. Con esto comprarás justo lo que necesitas, sabrás de antemano qué debes buscar y evitarás muchas de las compras de impulso, mismas que son la causa de las altas cuentas de supermercado.
- Planea tus menús. Otra forma de ahorrar es planear de antemano los menús. Muchas veces sólo se requieren algunas cosas básicas para el desayuno y algunas más variadas para la comida y cena (todo depende de qué comida hacen en casa y qué llevan al trabajo o escuela). Al planear los menús se evita el desperdicio y sabrás qué ingredientes son los que requieres para la semana e incluso planear algunos ingredientes con fecha de caducidad amplia que podrás comprar a precio de mayoreo o aprovechar algún descuento.
- Utiliza tu lista y menús para verificar qué tienes y qué falta. Una vez que tienes tu lista y menús planeados, puedes comparar y ver qué tienes ya en casa y evitar comprar cosas repetidas o desperdiciar. Esto reducirá tu gasto en despensa y la hará más eficiente.
- Compra materias primas y evita los alimentos preparados o empaquetados. Siempre que compres alimentos ya preparados (congelados o frescos) o empaquetados, piensa que estás pagando un extra por el trabajo que requirió su preparación o empaque. Si compras los productos frescos, como verduras, carne, especias, y los preparas, es seguro que estarás ahorrando mucho dinero.
- Considera unirte a un club de precios. Aunque hay quien dice que no conviene, la verdad es que el costo de la anualidad se termina pagando sólo. Existen muchos productos que puedes comprar a granel y ahorrar a la larga. También existen catálogos de descuentos mensuales que te permiten comprar para el futuro, sobre todo para cosas que no tienen caducidad, como el papel higiénico, detergentes, productos de limpieza y otros de uso diario como desodorantes, jabones, shampoo, enjuague bucal y más. Por otro lado, hay productos de marca libre que son más económicos y que ofrecen una muy buena calidad. Al hacer el presupuesto semanal parecerá que gastaste de más, pero si lo revisas al final de año, verás que ahorraste lo suficiente como para pagar la mensualidad y hasta más. Claro que no por estar en un club de precios creas que todo es más barato, siempre conviene comparar precios con otras tiendas. Otro consejo es que se pongan de acuerdo y paguen la anualidad del club de precios entre varios miembros de la familia y que se pongan de acuerdo para ir un día determinado de la semana todos juntos (incluso pueden repartir algún producto que exceda la cantidad de lo que necesitan, repartiendo obviamente el precio también).
- Aprende a cazar las ofertas. La mayoría de los supermercados tienen un día de la semana en el que ofrecen precios especiales en verduras, o carne, o algún otro producto. También existen folletos con descuentos que publican quincenalmente o mensualmente. Por último, existen sitios en internet en los que pueden revisar las ofertas o promociones existentes de manera diaria. Yo visito el sitio PromoDescuentos el cuál muestra ofertas y promociones en México.
- Visita los mercados locales y compara precios. Existen muchos supermercados que ofrecen los precios más bajos, sin embargo hay ciertos tipos de productos que es mejor comprar en los mercados tradicionales. Productos como la verdura y la fruta se pueden conseguir de mejor calidad y precio en los mercados locales, así como otros productos a granel. Nunca está de más revisar en el mercado y comparar precios para ver si hay algunas cosas que conviene más comprar ahí.
- Verifica y calcula el precio de las distintas presentaciones de un producto. Esto es algo muy curioso y en lo que casi nadie pone atención. Utilizando la calculadora en su teléfono calculen el precio de cada gramo o ml de producto para saber qué presentación es la más barata (dividan el precio entre el número de gramos o ml, por ejemplo una botella de refresco de 2 litros o 2,000 ml cuesta 20 pesos, por tanto cada ml cuesta 1 centavo [20/2000]). Lo increíble es que muchos creemos que el paquete familiar o grande es el que más conviene y no siempre es así. Si bien en el caso de los refrescos o sodas conviene más comprar las botellas familiares, hay otros productos en donde es al contrario. Por ejemplo, al calcular el precio por ml de salsa de tomate (precio del producto entre el número de gramos o ml) nos dimos cuenta que la presentación pequeña de 240 ml es más barata por ml que la grande de 600 ml o de litro. Resulta que si compran varias pequeñas para juntar un litro por ejemplo, sale más barato que comprar el empaque de un litro, increíble pero cierto. Desde entonces aprendimos a verificar el precio de algunos productos antes de comprarlos y una vez comprobado cuál es la presentación más barata, ya no hay que hacer el cálculo, ya sabemos cuál comprar.
- Nunca vayas de compras con hambre. Esta es una regla básica, ya que si vas con hambre al supermercado es posible que termines comprando más cosas de las que necesitas o que termines comprando alguno de los productos que ofrecen en las cajas registradoras. Dicho sea de paso, esos suelen ser los productos más caros en relación a lo que uno obtiene y siempre son cosas que uno compra por impulso y no necesita realmente (dulces, frituras, etc.).
- No compres lo más barato sino lo que tenga mejor relación calidad/precio. Hay gente que cree que ahorrar es comprar lo más barato, y no es así. Hay que buscar la mejor relación entre calidad y precio ya que de nada sirve comprar lo más barato si no es de utilidad o no nos gusta. Hay ejemplos claros, como comprar una lata de atún que es unos centavos más barata pero que no nos gusta, o comprar algún producto de limpieza que no sirva realmente para lo que es o que tiene un aroma que nos es desagradable, con esto sólo se genera desperdicio.
Estos son sólo algunos consejos para ahorrar al hacer la despensa semanal, sin embargo hay algunos que aplican para otro tipos de compras. También es importante planear las compras anuales o mensuales, desde los medicamentos hasta los muebles del hogar. En próximas notas les compartiremos algunos otros consejos para ahorrar en gastos de entretenimiento, mantenimiento del hogar y más.
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